Si buscamos desde Valencia una escapada sobre ruedas que combine accesibilidad, un paisaje de infarto y una distancia que nos permita esquivar el agotamiento, la ruta Sot de Chera-Requena es, sin duda, una de las mejores opciones, no solo por su versatilidad, sino por el crisol de pueblos que recorremos en un espacio-tiempo muy asumible. Es decir, pocas rutas ofrecen tanto en tan poco tiempo.

Para comenzar saldremos desde Valencia dirección Ademuz por la CV-35, para desviarnos a la altura de la Pobla de Vallbona por la carretera comarcal CV-364 (aunque hay muchas otras opciones como la comarcal 376 u otras rutas practicables) hacia Pedralba. Desde aquí iremos remontando los pueblos que siguen la margen del río Turia, lo que nos asegura una aventura natural sin condiciones. Desde aquí daremos un salto desde la comarca del Camp de Turia hasta la comarca de Los Serranos, llena de pueblos con historia, curvas reviradas y ausencia de tráfico, lo que nos asegura una mayor tranquilidad en nuestra travesía. Cuidado si decidimos hacer esta ruta en verano, ya que de agosto a octubre hay una gran sucesión de los camiones ‘garroferos’.

De Pedralba marcharemos hacia Bugarra, donde podemos hacer una parada interesante y visitar una de las poca playas fluviales de la provincia, la cueva Colomera o su popular lavadero.

Una vez almorzados podemos seguir nuestra ruta hacia Gestalgar, donde poder visitar la Fuente Grande o la Fuente del Morenillo y coger fuerzas para nuestra siguiente parada: Sot de Chera. En esta zona debemos tener mucho cuidado con el hielo, ya que el estado de la carretera y la altura se alían. Una vez lleguemos, paramos y respiramos, porque el entorno merece una mención aparte.

Declarado Parque natural y Municipio turístico en 2007, Sot de Chera es un auténtico oasis. Asentado en una zona de rocas calizas, su orografía dibuja una ruta en moto ideal para los amantes de las curvas. Situado en el interior de una enorme fosa tectónica, podremos ver bosques de encinas, carrascas, tejo, álamo…suma y sigue. Y si el tiempo no nos apremian podemos dejarnos caer por el manantial de las Toscas. Irrepetible.

De aquí bajaremos a Chera y ya dirección Requena. Aquí ya nos dejamos caer, es tanto el patrimonio arquitectónico, natural y gastronómico que nos ofrece que atenderlo todo nos llevaría días. Lo mejor es hacer una visita al Palacio del Cid y la Torre del Homenaje, tomarnos o comer en una de sus bodegas y, si podemos hacer coincidir la ruta con la Feria del Embutido (principios de febrero), e voilà, todo en uno, entonces la vuelta a Valencia se retrasara un poco. Pero merece la pena, sin duda.